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Nosotros no solicitamos beneficios del gobierno o empresas. Estamos en CONTRA el chantaje del diezmo y el mercantilismo de la fe, coherente con lo que INRI CRISTO dijo hace dos mil años y sus palabras valen para siempre: «Dad de gracia lo que de gracia recibisteis» (Mateo c.10 v.8). Las contribuciones a la SOUST son realizadas espontáneamente y se utilizan para el cumplimiento de las finalidades previstas en nuestro estatuto.
La SOUST, escuela mística y filosófica, fundada por INRI CRISTO en el histórico 28/02/1982 institución independiente sin fines lucrativos, tiene por finalidad preservar y transmitir las enseñanzas de INRI CRISTO. La SOUST sobrevive bajo los auspicios de la gracia divina; el ALTÍSIMO inspira a los hijos de DIOS para contribuir con la mano derecha sin que la izquierda sepa cuánto (Mateo c.6 v.3).
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Los participantes que se convierten beneméritos, así como nosotros que somos discípulos voluntarios, experimentarán el éxtasis en contribuir activamente con la causa divina.
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BENEMÉRITOS DEL REINO DE DIOS
“Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado hasta lo que juzga tener» – Mateo c.25 v.29
Así habló INRI CRISTO:
«Mis hijos, por eso que, cuando se le preguntó cómo sobrevive el Reino de DIOS, insisto reiteradamente en los programas de televisión, en las entrevistas, en todos los lugares, que no hago chantaje del diezmo, porque mi PADRE y yo no somos chantajistas, no pido limosna, porque mi PADRE y yo no somos mendigos limosneros, no vendo sacramentos, porque mi PADRE y yo no somos mercantilistas y el Reino de DIOS no es una feria libre ni de bolsas de valores («Dad de gracia lo que de gracia recibisteis» – Mateo c.10 v.8).
¿Y por qué yo puedo responder siempre enfáticamente cuando me preguntan de lo que sobrevive la SOUST? Porque mi PADRE inspira los hijos de Él que tienen ojos para ver y oídos para oír haciéndolos beneméritos. Coherente con la ley de la igualdad, que consiste únicamente en repartirse desigualmente a desiguales en la medida en que se desigualan – beneméritos son eclécticos príncipes del Reino de DIOS, que mantienen el sostenimiento de la SOUST, son columnas del místico templo de mi DIOS. Los beneméritos no se quedan desinteligente y ociosamente apenas orando en busca de bendiciones. Más que nunca, en tiempo de crisis, por cuestión de inteligencia ellos priorizan el SEÑOR sin esperar que yo supervise, sin que yo necesite explicar siempre de nuevo el mecanismo de la ley divina en lo que atañe el dar y recibir dádivas (véase la Parábola de los Talentos (Mateo c.25 v.14 a 30).
Inspirados por mi PADRE, SEÑOR y DIOS, en vez de caminar huérfanos de la protección divina, inseguros, a la merced de accidentes, bala perdida, desempleo, perjuicio económico, ingresar en el purgatorio (hospital) vulnerable a las enfermedades y desgracias contemporáneas… prefieren renovar mensualmente la conexión, la intimidad con el Reino de DIOS, asimilando lo que yo he dicho hace dos mil años: “Buscad, antes de todo, al Reino de DIOS y su justicia, y todas estas cosas se vos darán por añadidura” (Mateo c.6 v.31 a 33). ¿Lo que le es añadido? Seguridad, salud, bienestar, cabeza y cuerpo erigidos, en fin, las bendiciones del cielo. Aquellos que humildemente se curvan frente del ALTÍSIMO no necesitan humillarse frente de los acreedores o delincuentes latrocidas. Y así deslizan suavemente, surfean calmamente mismo en el mar de lodo en que se convirtió este mundo caótico, con aquella certeza de que están diuturnamente conectados con el Reino de DIOS. Y aún se sienten honrados por hacer parte anónima Cofradía de los Beneméritos. Hace décadas, que no manejo dinero, pero puedo identificar en el rostro e incluso en la postura de caminar del benemérito, participante activo.
Y justo porque el SEÑOR mi PADRE, no es un mendigo, no demanda y no acepta limosnas, Él permite que cada uno contribuya de acuerdo con su posibilidad, de acuerdo con las esperadas y recibidas bendiciones. No soy yo que estipulo valor de oferta, tampoco me cabe si fuisteis mezquinos o generosos. Eso cada hijo sabe en el íntimo, en la conciencia de la omnipresencia de DIOS, que todo lo ve. Y cada uno, de acuerdo con el grado de sabiduría, abnegación y el altruismo, permitirá que el mecanismo cósmico de la reciprocidad sea accionado a su favor. El esfuerzo y la dedicación por amor del Reino de DIOS se traducen en la prosperidad, satisfacción, éxtasis, placer de vivir, teniendo el propio cuerpo transformado en un templo, vehículo, privada isla mística del Edén. Que la paz esté con todos.»
