«Pero El PADRE, que está en mi, ese es que hace las obras» (Juan c.14 v.10)
Desde el inicio de su peregrinación sobre la tierra, aún en el periodo de su adolescência, INRI CRISTO oía una o otra persona agradecerle por haber sido mitigado su sufrimiento. Sin embargo, esta actitud ocurría tan raramente que podría ser considerada coincidencia, pero, casualmente o no, a menudo alguien intuitivamente se acercaba de INRI y le solicitaba que pusiera su mano en alguna herida, o en alguna parte de su cuerpo que estuviera enferma.
Sin embargo, el constante cambio de ciudades y países y el hecho de que aún no se habia se purificado ni tampoco santificado en el ayuno le propiciaban solamente señales homeopáticos de su verdadero potencial y de la santidad vehemente y eminentemente ocultada en su envoltorio carnal. Hasta aquél momento, las curas hechas por sus manos o en consecuencia de sus poderosas palabras, a pesar de insofismablemente loables como la extinción de cánceres, úlceras, la completa recuperación de tuberculosis y otras infinidades de molestias, todas oriundas del pecado, no producían a los ojos humanos ningún efecto digno de reconocimiento y de identificación del Hijo de DIOS por no aportar ninguna connotacion cinematográfica.
Cuando, en plaza pública, INRI CRISTO se deparaba con los paralíticos, los contemplaba meditativo y, compadecido, intentaba recordarse como antes de ser crucificado los solia hacerlos andar, y sentía su corazón pulsar más fuerte, avisándole que había una barrera a transponer y una fuerza condensada en su interior a punto de estallar.
Una vez, despues de hablar al pueblo mexicano, en el quiosque de Alameda, en el centro de la ciudad de México, Martha Strauss, la directora del Instituto Mexicano de Parapsicologia hubicado en la Calle Dolores número 4, le invitó al Instituto ,y cuando INRI le vió a Martha, ella le invitó a adentrar en una sala donde se estaba una hermosa joven de 17 años, con su familia, que estavan con los ojos rojos de tanto llorar. Y Marta le dijo: » Esta joven, victima de cancer, tiene una cita en una clinica, para amputar su pierna y llegó al instituto llevada por su familia en un último y desesperado intento. Pero nosotros no hacemos milagros, y cuando la vi pensé en darte esta prueba; si sois Cristo, salva-la.»
INRI CRISTO, con compasión, miró aquel joven rostro llenos de lágrimas. Invocó a su Padre, el Señor y Dios, amable y suavemente, puso su mano sobre la cabeza de la enferma y sintió su corazón llenarse de alegría por el poder increíble y misterioso que emanaba de su mano, entonces le dijo: «Tu fe te ha salvado mi hija.»
INRI CRISTO se informó más tarde que el médico, asombrado, al llevar a cabo un nuevo examen, considero que la mutilación quirúrgica no era más necesária.
Este acontecimiento habría sido almacenado en el depósito de las coincidencias hipotéticas, pero cuando INRI estaba acompañado por sus servios mexicanos Martin Islas y David Dalli, fue abordado por una pareja cuya la mujer, en delírio gritó su nombre y le preguntó: «Maestro, no te recuerdas de nosotros? Somos de El Salvador, yo soy la amiga de aquella mujer paralitica que hiciste volver a caminar, después de casi veinte años en una silla de ruedas. Vea lo que sus manos han hecho!
Este testimonio impactante y estas palabras viniendo de alguien que vió caminar una ex paralítica, fueron suficientes para accionar el mecanismo psíquico que proporcionó a INRI una visión clara del poder místico que hasta entonces lo sentía por dentro, pero no sabía cómo exteriorizarlo. A partir de aquel momento, INRI fue trasladado a un pasado lejano de casi dos mil años; una era anterior a su crucifixión, y se vió, cruzando la barrera del tiempo como por magia divina, su cerebro momentáneamente se transformó en algo así como un proyector de película en tiempo atrás y la eternidad en comunión con el infinito, le permitió entender cómo utilizar el poder de su Padre, El Señor Dios y hacer con que los paraliticos anden, los ciegos vuelvan a veer y los mudos a hablar, y extinguir toda clase de enfermedades humanas científicamente incurable.
En la continuación de su peregrinación, cuando en público le via a un hombre paralítico le preguntaba: «¿Usted cree que yo soy el Cristo?» Cuando la respuesta era afirmativa, ponia sus manos inmaculadas sobre la cabeza del enfermo y los signos se evidenciaban. Pero el remedio sólo podria obtenerse por los que creían que INRI CRISTO es el Primogénito de Dios, por el sencillo motivo de que la enfermedad es el resultado del pecado y de que la sanidad completa es el perdón. Y sólo INRI CRISTO, el Hijo de Dios, tiene el poder de perdonar los pecados. Sin embargo, INRI incluso advirtió en el momento en que se llamaba Jesús: «Velad y orad, que nadie engañe a vosotros, porque vendrán muchos en mi nombre, harán maravillas y engañarán a muchos, hasta mismo a los escogidos si fuera posible» (Mateo C.24 v .5 y 24).
Los hijos del diablo asi lo hacen, sin embargo, estos milagros son poco realistas, los beneficios aparentes luego se convierten en una maldición, porque se disfraza Satanás a curar un dolor de cabeza o migraña con el nombre de CRISTO, entonces él quiere en cambio, el cuerpo y el alma, y castiga a sus víctimas con enfermedades incurables. Y en la ignorancia, estos infelizes esclavizanse en un paroxismo de dolor y gemidos en la redención de impuestos a aquel que engaña, sin saber que son esclavos del príncipe de las tinieblas, pues con la intención de engañar, los siervos de Belcebú se presentan en nombre de Cristo.
Obviamente, esta es la razón que había tenido lugar en Francia, como muchos signos, porque el pueblo francés, es uno de los más libres del mundo, dotado de su propia opinión dirigidas a repudiar cualquier clase de alienación. Cuando le vieron a INRI, gracias a la libertad de pensamiento inherentes a ellos, los franceses se sintieran euforicos, que estaban delante del Hijo de Dios, y los paraliticos se pusieron a caminar, los mudos hablaron y los ciegos volvieron ver. Y el periodista de la televisión francesa «Antenne Deux» (Antena 2) regaló a los oídos del pueblo francés en un domingo por la noche con esta noticia impresionante:»Le Christ est revenu sur la terre!» ( Cristo ha volvido a la tierra! ).
Los periódicos franceses (Libération, Le Parisien, Le Courrier Picard «, etc, registraron los sucesos, las declaraciones de INRI CRISTO.
«Es difícil evaluar con precisión este acontecimiento. Los hechos son tan increíbles que un análisis sería difícil».
En otra página se escribió: «Un brasileño de treinta y dos años es aceptado como un profeta por la gente del pueblo de Montataire. Lo que más sorprendente de este personaje no es la apariencia, ni tampoco o en su história, sino en la forma como los montaterienses lo recibieran. En esta ciudad industrial, donde la práctica religiosa es casi nula, la gente lo recibió con gran interés y no han dudado en reconocerle como un profeta, el Mesías, el propio Hijo de Dios que vino a la tierra.
Él hace milagros. Más modestamente, cura a la gente. La prueba pasó cuando cuatro personas aceptaron declarar esta delicada cuestión, ya que habian sido bendecidos con la cura para sus enfermedades. «Nunca he visto a un hombre como éste. Tengo total confianza, creo en todo lo que dice. Se puede ver que él es especial, mi curación es prueba de esto! «, dijo el conductor de camiones, Gerard Wurtz, quien recibió una curación … Una mujer que prefirió el anonimato sufría de un grave problema de columna y recibió la curación. Ella lo describió de esta manera: «He sufrido este mal por más de seis años. Cuando INRI puso su mano sobre mi cabeza y oró, sentí algo muy fuerte dentro de mi cuerpo, mi corazón latía con fuerza, y al día siguiente de esta experiencia tan única, yo no sufria nada más «.
Muitos outros casos fueram presenciados, personas que habiam sido desengañadas por médicos, psicólogos e outros expertos…El testimonio de una persona, Martine S., quien trabajó durante nueve años en un centro de rehabilitación para niños discapacitados, al ver a su hijo Ludovic, que tenia una pierna y una mano paralizadas, se curó por completo, dijo que él es realmente extraordinario. También dijo que hay muchas personas con poderes, sino que todo lo misterioso y con INRI CRISTO todo es muy claro. Él no tiene ningún dogma, no pide nada, tampoco dinero, vive de manera mas sencilla posible sólo con una túnica y sandalias.
Este único visitante no utiliza el nombre de ninguna iglesia, de lo contrário, se niega a todas. Incluso los no creyentes vinieron a ver a este hombre extraordinario. Uno de ellos vino de muy lejos y luego dijo que ni quería verlo, pero vino asi mismo. La primera vez que lo conoció tuvo otro sentimiento y habló con él durante cuatro horas. Este que no lo creía, sufria una parálisis facial que lo hacia imposible sentir un sabor de las cosas. Ahora, después de estar con INRI, fue curado. «Mi vida se cambió por completo después de que él puso su mano sobre mi cabeza. Todo es bueno para mí. Basta que me ponga a pensar en INRI que siento un bienestar por todo mi cuerpo.», dijo Jean – Luc Petit.
Una reunión con INRI CRISTO deja una impresión increíble: sus gestos, la manera segura de expresarse en cada palabra y la rapidez que aprendió a hablar la lengua francesa. Sus frases son directas, el tono de su voz es muy diferente, fortalece cada palabra. La convicción con la que dice que nació para cumplir la voluntad de Dios, todo esto podría ser interpretado por algunos como un fenómenos normales a un psíquico, pero ¿y las curaciones? Sanó al paralítico sólo de piel y huesos, los pacientes de cáncer, etc. Él no está subordinado a ninguna institución en la tierra.
Hace todo bajo a las órdenes de su Padre y Dios. El no tiene relaciones sexuales, no come carne, no tiene activos más allá de su túnica blanca. Dijo que ya ha sufrido muchos accidentes pero Dios lo protege.
Podríamos esperar que la presencia de este hombre hablando de cosas que no son de este mundo y que se alegue ser impulsado por la fuerza del CREADOR iba a provocar cierta desorden en Montataire, una ciudad comunista centrada en diferentes prácticas religiosas. De acuerdo con lo que hemos visto, varios cientos de personas fueron a verlo por varias razones, pero nadie, para protestar contra él. El alcalde dijo que «yo no he hablado con INRI, su presencia no me molesta en absoluto, que podría hacer lo que quisiera. La única declaración en contra provino de un sacerdote de la Iglesia romana. Dijo que si Cristo volviera a la tierra, iba a vestirse como los hombres y no utilizaria bata blanca … «
Sin embargo, al volver a Brasil después de quedarse ausente por más de tres años, el Señor ordenó a su hijo que desembarcase en la emperatriz de la idolatría, reina del fanatismo, la princesa de los cultos exóticos y madre de magos, engañadores, vendedores de santeria, y de los falsos sacramentos. En resumen, una versión moderna de Sodoma y Gomorra, con el agravante de cultivar el orgullo de poseer la mayor colección de estatuas malditas del nuevo mundo. Irónicamente, esta ciudad en posesión de estos atributos se llama Salvador y es la capital del estado de Bahía.
La primera reunión de INRI CRISTO con los nativos de esta controvertida ciudad, se pasó en «Praça da Piedade» . Fué también su primer contacto con la tierra donde ocurrió su reencarnación después de un largo peregrinaje en decenas de países. Y cuando en su discurso decia a la gente que rechazen a Satanás y buscar a Dios como la única fuente de vida y de salvación, los enfermos se acercaran de él.Y cuando puso su mano sobre sus cabezas, la ciegos volvieron a ver, los mudos hablaron y los cojos volvieron a caminar… Sin embargo, la mayoría fue en seguida postrarse ante las estatuas malditas en vez de dar gracias a Dios por el perdón de sus pecados y la consiguiente liberación de sus enfermedades.
Y INRI CRISTO, cuando era interrogado por la rumor y las súplicas de los pobres, oia de su Padre, el Señor Dios las siguientes palabras: «Ahora debes elegir entre los pobres que te rodean, la familia más impotente para visitala, y deberás dejar el hotel y quedarse en la favela más humilde. Allá te haré comprender los misterios y el origen de la pobreza y de la miseria. Y viviendo entre los pobres tendrás de ser generoso con ellos; tendrás que cambiar el dinero que ofreceiron los franceses por las monedas nacionales para comprar pescado, nueces, cereales, hortalizas, vino, y chocolates para darle a los niños, todo en abundancia para que sepan que tú eres mi hijo, y que en última instancia, puedas saber por qué son pobres «.
INRI CRISTO eligió entre los nativos de origen, un africano de Bahía, después de cambiar las monedas extranjeras, visitó el mercado, compró grandes cantidades de pescado, vinos, cereales, almendras, chocolates, etc, entonces los distribuyó entre los más pobres como su Padre le habia determinado.
Como su padre le ordenó abstenerse temporalmente de comer sal, pidió a la esposa de su anfitrión para preparar su pescado por separado, es decir, sin sal, y el cuñado de su anfitrión, que era soltero, fué a dormír con su madre, dando su espacio para pararse INRI CRISTO, esta habitación que tenia cuatro paredes de madera de desecho mezclados con restos de latas de estaño y una cama improvisada con tablas y cajas. Cuando llovía, este ambiente promiscuo, corría inundado gran cantidad el agua por debajo de la plataforma, y el Hijo de Dios, recordó que en este siglo fue creado por una mujer que lavaba ropas, y cuando niño, había sufrido las aventuras, las vicisitudes inherentes a la pobreza material. Penetró en las profundidades de la marginalidad, oscuridad.
Después de haber vivido en diferentes países con todas las clases sociales, para comprender el origen de las diferencias entre los pueblos y enseñar conocimientos prácticos a la verdadera ciencia de la sociología.
Un gran número de niños solian visitarlo. Algunos completamente desnudos y otros enfermos, acompañados por sus madres. Los bendecía y distribuia dotes.
Aunque INRI CRISTO siguió distribuyendo generosamente las gracias divinas, como su padre le recomendó , el Señor y Dios, en el tercer día su anfitrión le dijo, con la cara que mostraba tristeza y la consternación que tuviera una gran discusión con su esposa y que estaba decidido a separarse de ella, después de que, le sirvió la iguaria donada por el Hijo de Dios para alimentar a su cuerpo y de su familia, cuando dijo:»Yo no voy a cocinar el pescado sin sal para este hombre, que puede comer como nosotros. ¿Quién se cree que es? Si lo desea, él puede comer como nosotros. «
Y cuando INRI CRISTO absorbió el impacto de esta nueva demostración de desprecio y rechazo, escuchó a su Padre diciendo: «Ahora mi hijo puede comprender el misterio de la pobreza y la miseria. Véase la experiencia que acaba de sentir en tu propia carne. Yo te dije para que los haga vivir algunos días en la abundancia con distribución de regalos para que no les falte nada. Pero ellos estaban alimentando el pesimismo y la mezquindad en sus corazones, sus más estrechos de miras las almas, con vibración negativa contra ti, llegaron al punto de ignorar que Yo te reenvié, y por eso qué son pobres y sufren más y más hasta que en el dolor se despierten y compreendan que Yo soy el Señor y yo soy bueno y quiero que mis hijos vivan en la abundancia. Yo sé las necesidades de cada uno, a pesar de aceptar sólo aquellos que me buscan con fe y humildemente. Aquellos que son humildes en mi presencia, les doy el poder y soy bueno para con ellos. Sin embargo, los orgullosos y arrogantes y aquellos que en lugar de pedir a mí, le piden postrándose delante las estatuas, estos los humillo y les envío un emisario de la miseria que es también el inventor de las enfermedades que azota con el hambre y las enfermedades más terribles, y cuando en sus camas moribundos y discapacitados, y al seren perseguidos por sus acreedores y enemigos, y cuando son acosados por la tortura de sus carceleros y verdugos, e incluso cuando se conviertan en mendigos por la mutilación física, después de cansaremse de aullidos y rechinar de dientes, y al poner fin a los gemidos, cuando invocarenme con sinceridad, les seré misericordioso. Al ver que en sus corazones, la arrogancia fue ocupada por la humildad, la estrechez de miras por la fe y la confianza en Mí, y aún viendo que rompieron las malditas estatuas y que en el dolor y en el sufrimiento, entienderon que Yo soy el único Señor del universo y que tu eres mi hijo único y, por las oraciones les perdonaré, pero sólo aquellos que se arrepientan y que llenen sus corazones de sinceras intenciones de cumplir con mis órdenes. Los que persistan contra de Mí, seguiendo a postrarse ante las estatuas de la maldición, vilipendiando a mi ley, les castigaré con todo tipo de plaga, y con la furia del enemigo los haré vivir con la miseria que se quiera comer a sus miembros, los miembros de sus hijos e incluso sus propios excrementos «.
Por lo tanto, INRI CRISTO se alejó de la favela, y volvió a unirse a la gente de Bahía, en la «Praça da Piedade». Cuando terminaba un sermón se le acercó una mujer y su hijo para invitarle a quedarse en su casa, que había una gran sala donde INRI CRISTO recibió muchos enfermos y pudo hacer muchos milagros, incluyendo una joven que estaba acompañada por un doctor, que era su tio. Ella sacó su audífono y gritó: «Puedo oir, puedo oir!» y pasó a hablar normalmente con los demás. Un día, sin embargo, al mediodía, esta mujer que le acogió con gusto el Hijo de Dios, dijo antes de que los demás invitados, «¡Oh, cómo quisiera creer que tú eres el Cristo! Pero no puedo, porque soy una pecadora, y si fueras Cristo, no vendría a comer a mi mesa. «
Ese día, después de la comida se escuchó en frente de su casa un gran murmullo de voces. Entonces se constató la llegada de una ambulancia en una camilla trajo un hombre enfermo que, desilusionado por la medicina como consecuencia de su enfermedad, el cáncer, que habia sido alimentado por varios días, solo con suero y cuyo hijo que trabajaba en un banco, no aceptó que los médicos hiciesen la cirugía de la tráquea, como el paciente estaba en avanzado estado de debilidad, casi asemejandose a una calavera, la cirugía sería un golpe de gracia. Y, abrumado por la desesperación y por el temor de perder a su padre, este joven, que habia asistido el sermón de INRI CRISTO en la «Praça da piedade», le creyó y le buscó como una última esperanza e intento de salvación.
INRI CRISTO, cuando vió el cuerpo inerte a punto de morir, le preguntó delante de los ojos de la mayoría escéptica de los presentes: «¿Usted cree que yo soy el Cristo?» Y el hijo del moribundo dijo en cambio: «Desde que se dejó de comer, ya no habla, pero yo le mostré su foto y me pareció ver en sus ojos una tenue luz de esperanza, y cuando te vi en la calle, sentí en mi corazón que tú eres el Hijo de Dios y estoy convencido de que sólo usted puede salvar a mi padre» . Y INRI CRISTO, invocando a su Padre Celestial, puso su mano sobre la cabeza del semi-muerto y dijo en voz alta: «Padre, bendice a tu hijo con salud, luz y justicia, porque suya es la gloria para siempre, oh Padre «El poder de Dios cayó sobre ese órgano en la extinción y el semi-esqueleto, ante el asombro de todos, abriendo los ojos, se sentó en la mesa y dijo que tenía hambre. INRI CRISTO recomendó que, en principio, le alimenten unicamente con caldo de legumbre para que su cuerpo que habia sido recién reactivado, pueda adaptarse sin problemas a la alimentación diaria.
La familia del ex moribundo, agradecida, invitó a INRI CRISTO para quedarse en su casa, que tenía un sótano con una sala grande, donde comenzó a recibir a los enfermos.
Una tarde, cuando estaba reunido con varias personas, algunos que vinieron a darle las gracias por la liberación de sus dolencias y otros que vinieron a reunirse con él y pedir la bendición, las voces de apoyo popular le llamaron la atención y llegó un hombre llevado por sus amigos y su esposa, porque no caminaba ni tampoco hablaba, y parecía venir de un lugar privilegiado en la sociedad, porque todos que allá estaban, lo conocian. Entonces, alguien dijo que el hombre era médico y había sido víctima de un ataque hacía varios años y había llegado a convivir en ese estado vegetativo.
Teniendo en cuenta su mirada de indiferencia, que no tenia expresion, al ver que incluso que para sentarse en la silla era necesario que alguien permanezca atajandolo porque no podría sostenerse incluso sentado, INRI CRISTO, con la imposibilidad del diálogo, ya que la enfermedad le hizo mudo, preguntó a su esposa, nuevamente la misma pregunta: «¿Usted cree que yo soy el Cristo? En tus manos está el destino de su marido, por lo tanto, unidos en la carne, son una sola persona para mi Padre. Si solamente usted cree, mi padre será misericordioso, siendo así tu esposo se salvará. «La habitación se quedó en silencio absoluto y la mujer, cuyo rostro se veía presionado el dolor y el orgullo antiguo, desapareció por el dolor, le susurró:» Yo lo creo, señor. «
INRI CRISTO, invocando su Padre celestial, puso su mano sobre la cabeza de ese espectro humano y lo que sucedió entonces fué sorprendentemente indescriptible. Aquel cuerpo blando, se tornó rígido e INRI CRISTO ordenó con voz poderosa: «¡Levántate!» entonces el hombre se levantó y miró alrededor como si hubiera despertara de un sueño profundo, con un poco de vergüenza, con el asombro de los presentes dijo, hablando por primera vez como sorprendido: «¿Qué estoy haciendo aquí? Me voy. «. Todavia sin comprender lo que se pasaba, se dirigió hacia la puerta.
Aquel hombre que llegó en condiciones vegetativas, llevado por sus amigos, subió las escaleras con pasos firmes, seguido de su esposa y amigos, con delirio y alegría, gritaban: «¡Gloria a Dios!» Y celebraban exultantes el regreso del Primogénito a la Tierra.