Biografía – INRI CRISTO Hasta la Revelación en 1979
Conozca la fascinante trayectoria de INRI CRISTO
No es tarea simple registrar la vida de alguien que pasó por tantos percances y tan sinuosas veredas; al bien de la verdad, INRI CRISTO vivió muchas vidas en una sólo existencia. La riqueza y singularidad de su historia se evidencian en la autenticidad, en la espontaneidad como sucedieron los cambios en su vida; los detalles que marcaron su trayectoria, algunos de los cuáles transcribimos aquí, inspiran reflexión y provocan cuestionamiento en las mentes indecisas. Hay muchas otras particularidades de la vida de INRI CRISTO que, si fueran simplemente resumidas, perderían la sublimidad y profundidad de su contenido. Los libros DESPERTADOR (1ª, 2ª y 3ª partes) y El Tiempo (editados por el MEPIC), otrosí, el libro INRI CRISTO – El Huracán sobre Vaticano S.A., del escritor Pedro Lusz, traen en su modo, de forma más amplia, la historia real y las enseñanzas de INRI CRISTO. Es una historia conmovedora, chocante, única. Aun así, al recorrer estas líneas, hay que transponerse la barrera de las palabras a fin de vislumbrar la esencia de un ser cuya misión es trazar nuevos rumbos al destino de la humanidad.
Adeí Schmidt
Discípula de INRI CRISTO
Asesora de Comunicación de la SOUST
INFANCIA
Se nota en el semblante del niño INRI una mirada triste, pues ya le fue dado vislumbrar, desde la infancia, el terrible destino reservado a la humanidad terrible destino reservado a la humanidad
INRI CRISTO reencarnó en una pequeñita aldea en el interior del estado de Santa Catarina-Brasil llamada Indaial . En el día 22/03/1948, una partera llamada Dueña Bema lo entregó a una pareja de campesinos alemanes católicos, Wilhelm Thais y Magdalena Thais. Ambos, desconociendo su origen, lo crearon como se fuera su propio hijo. A pesar de ser judío circuncidado, providencialmente desde de la más tierna edad INRI CRISTO creció en un ambiente católico en el afán de comprender y desmitificar los dogmas impuestos al pueblo de la tierra de Santa Cruz (Brazil).
(Declaración de Wilhelm y Magdalena Thais, registrada en el 4º Oficio de Registro de Títulos y Documentos de Curitiba en 15/07/1986: «Nosotros, WILHELM THAIS y MAGDALENA THAIS, declaramos para los debidos fines que, el día 22/03/1948, recibimos en nuestra casa en la localidad de Río Muerto, Municipio de Indaial, Estado de Santa Catarina, la visita de la partera Dueña Bema, que nos entregó un niño cuyos padres de origen ignoramos y cuyo nombre verdadero es Inri Cristo y que nosotros lo creamos como nuestro hijo. A los 13 años de edad se hizo insumiso, pasando a vivir independiente de nosotros y cambiando constantemente de domicilio, trabajando como verdulero, panadero, entregador de alimentos etc. siempre en lugares diferentes e incluso en ciudades diferentes, pasando a veces hasta más de un año sin visitarnos. A partir de 1971 pasamos a verlo en la televisión anunciando el futuro de las personas y al año de 1978, él nos visitó y dijo que tendría que salir de Brasil y volvería sólo tres años más tarde. Desde entonces no tuvimos más noticia, no fuera un reportaje en la revista Fatos y Fotos («Hechos y Fotos») nº 1006 de fecha en 01/12/1980, la cual lo mostraba en Francia curando a los enfermos y en la cual decía llamarse Inri Cristo y ser el Hijo de DIOS reencarnado. En 1981, fuimos sorprendidos por el programa «Fantástico» de la Cadena de Televisión llamada Red Globo, cuando, en medio de una multitud, decía de nuevo llamarse Inri Cristo y ser el Hijo de DIOS que volvió a la Tierra y nos quedamos chocados porque después de tres años de ausencia ni siquiera vino a vernos. Muchos meses más tarde, cuando nos visitó acompañado de tres personas, nos aproximamos para abrazarlo y él nos repelió afirmando que cuando ayunaba en Santiago de Chile, su PADRE, SEÑOR y DIOS le reveló que nosotros no somos sus padres, pero sí que él es nuestro Padre y Padre de la humanidad, y que su nombre verdadero es Inri Cristo y no solamente en el nombre, pero que él es el mismo Cristo que crucificaron«).
Original del documento en portugués:
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Adolescencia y vida como Profeta
Desde la infancia, INRI CRISTO obedece a una voz, la única y poderosa voz, que habla en el interior de su cabeza, pero que hasta el ayuno no sabía de quien era. A los trece años, recibió orden de salir de casa, abdicar de la calidez del hogar. Pasó a peregrinar sobre la Tierra y a vivenciar la realidad de las esquinas sociales. En la adolescencia, trabajó como verdulero, panadero, entregador de alimentos, vendedor ambulante, camarero etc. Testificó, otrosí, a las falsedades practicadas por la proscrita iglesia romana, a fin de, sin pudor, recaudar recursos en nombre de los pobres y necesitados para su propio beneficio. Presenció, aún joven, la cara oculta de los que se dicen siervos de DIOS, pues se presentan al pueblo como paladinos de las causas justas, sin embargo interiormente son repletos de falsedad, corrupción, hipocresía e iniquidad. Eso le hizo descreditarse de las religiones y a hacerse un convencido ateo hasta el ayuno. INRI CRISTO nunca pudo encariñarse a nada ni a nadie. Siempre que le agradaba trabajar en un lugar o convivir con una persona, recibía orden para cambiar de profesión, cambiar de ciudad, siempre adelante en obediencia a la voz que lo comanda (ver El Proscrito en el libro DESPERTADOR 1ª parte, editado por el MEPIC).
En 1969, a los 21 años, INRI CRISTO pasó a vivir como profeta, pues su PADRE le hubiera concedido el don de la videncia. Era profeta de un DIOS desconocido («Prepárate para recibirme… vendré a ti como un ladrón y no sabrás a qué hora vendré a ti» – Apocalipsis c.3 v.3). Sin tener aún conciencia de su identidad, siempre en obediencia a la voz que le habla en el interior de la cabeza desde la infancia, inició su vida pública como Iuri y hablaba en las radios anunciando el porvenir. A partir de 1971, en la TELE Morena, canal 6 de Campo Grande – MS, pasó a hablar en la televisión. En esa circunstancia, su vida dio un salto; comenzó a vivir, de ciudad en ciudad, en los hoteles y a frecuentar todos los ambientes sociales. Antes de salir de Brasil, habitaba la suite 951 del hotel Copacabana Palace, en Río de Janeiro.
El don de la profecía y su predestinación en conocer las sinuosidades del alma humano hicieron con que fuera conocido y buscado por muchos. Diputados, senadores, jueces, magistrados, empresarios, socia lites venían a la su presencia pedir consejos y orientaciones y preguntarle sobre el porvenir. Él indicaba la solución de sus problemas, les daba instrucción y ellos contribuían con su supervivencia, con su caminata sobre la Tierra. Y así INRI CRISTO vivenció de cerca a los problemas del más bajo al más alto padrón de vida. A través de ese inmenso laboratorio de sociología que su PADRE, SEÑOR y DIOS lo hizo conocer profundamente las verdaderas intenciones ocultas en el interior de cada ser humano, sus debilidades y miserias, las enfermedades disfrazadas en tejidos caros, la hipocresía y corrupción de la sociedad contemporánea… Al fin, el minucioso estudio en la escuela de la vida le dio el conocimiento puro de ciencias humanas, que no se aprende en los libros ni en las academias convencionales, necesario para el cumplimiento de su misión.
A camino del ayuno en 1979 – La revelación
En 1978, recibió orden de salir de Brazil sin dejar nada para tras, despojándose completamente de los bienes materiales. Sentía en su interior que iría a hacer un viaje sin vuelta. En 01/09/1978 llegó Santa Cruz de La Sierra y al día siguiente La Paz, en Bolivia. Después de haber hablado a los pueblos boliviano, paraguayo, uruguayo y argentino, llegó finalmente a Santiago de Chile, donde, impelido por la Divina Providencia, había un grupo de esotéricos independientes preparados hace muchos años para recibir a «el gran Maestro». Ellos habían construido una rústica casa de piedra (la cual hasta la llegada de INRI CRISTO no fuera habitada por nadie), local donde él habría de ayunar.
Registro de la ubicación dónde INRI ayunó en Santiago de Chile
En septiembre de 1979, obediente a la misma voz que lo comanda, sin libre albedrío, se sometió al ayuno. Por ser la primera vez que ayunaba, INRI CRISTO ayunó sin ingerir agua. Y cuando estaba en la inminencia de un proceso de inanición, de nuevo aquella voz le ordenó imperativamente: «Párate!». Al pararse, porque la sangre tardó a subirle a la cabeza, sus manos no le ampararon, sus brazos no le sostuvieron, flojeándose para tras, e INRI CRISTO se fracturo la nariz al caerse al suelo (la cicatriz resultante de esa caída puede ser vista hasta hoy). En ese momento en que la sangre chorreaba y sentía dolores punzantes, la voz le dijo, esta vez más fuerte e imperiosa: «Los dolores son necesarios, la sangre es necesaria para que, cuando te negaran y que te reprueben, te acuerdes de los dolores y de la sangre que es la misma que derramaste en la cruz, y obtendrás fuerza para soportar a las agruras de la reprobación que te espera. Yo soy el DIOS de Abrahán, de Isaac y de Jacob. Yo soy tu SEÑOR y DIOS, y tú eres mi Primogénito, el mismo Cristo que crucificaron«. Le reveló sus anteriores encarnaciones y el misterio de su nombre, que andaba con la segunda letra invertida (u # n). Dijo el SEÑOR que su nuevo nombre no es Iuri y sí Inri, el nombre que pagó con su sangre en la cruz. I.N.R.I., INRI, es el nombre que Pilatos escribió por encima de su cabeza cuando agonizaba en la cruz, cuando escupían en su rostro, cuando lo humillaban, cuando se cumplían las Escrituras. INRI es el nombre que costó el precio de la sangre. Es el nuevo nombre del Hijo del Hombre («Al que vencer… escribiré sobre él el nombre de mi DIOS… y también mi nuevo nombre» – Apocalipsis c.3 v.12). No obstante, le dijo el SEÑOR que, excepto aquellos a quien Él revelara directamente, INRI CRISTO no podía declinar su identidad a nadie hasta que un periódico, como si por equívoco fuera, escribiera su nombre correctamente. INRI CRISTO fue adornado en una túnica blanca confeccionada por Berta Segura Sanches, profesora de filosofía jubilada líder del grupo de esotéricos que lo esperaban en Santiago de Chile.
INRI CRISTO comprendió su enorme responsabilidad, pues su PADRE le dio conciencia del significado de su condición, de su nombre y de la difícil misión que le fue otorgada al arborecer de la Nueva Era: juzgar a la humanidad e instituir en la Tierra el Reino de DIOS. No obstante, le mostró el SEÑOR que ser Cristo no era motivo de júbilo. Al contrario. Antes de ser reconocido y acepto por la humanidad sería suspenso, aprisionado, humillado, calumniado, odiado, traicionado y hasta expulso de algunos países. Era la reprobación que él ya tendría previsto hacen dos mil años («Segunda venida de Jesús: …Pero primero (antes de su día de gloria) conviene que él (Cristo) sufra mucho y sea rechazado por esta generación. Así como fue en los tiempos de Noé, así será también cuando viniera el Hijo del Hombre» – Lucas c.17 v.25 la 35). Pero todo eso, le dijo el SEÑOR, sería necesario para que conociera bien a su pueblo y los que se dicen sus representantes, pero no lo son, antes se sirven de su antiguo nombre (Jesús) para satisfacer a sus propios intereses ocultos y a engañar a los incautos, cumpliéndose lo que está escrito en Mateo c.24 v.5 y 24 («Orad y vigilad, que nadie os engañe… porque falsos cristos y falsos profetas vendrán en mi nombre, harán prodigios y engañarán a muchos, incluso los electos se posible fuera»). Ellos vinieron y gritan en el mundo entero: «¡Aleluya! Sangre de Jesús tiene poder», construyeron imperios y fundaron cadenas de radio y televisión «en nombre de Jesús». A los que posiblemente intentaran encuadrar INRI CRISTO en ese pasaje bíblico, conviene destacar que, mientras los falsos cristos y falsos profetas vinieron en su nombre antiguo (Jesús), INRI CRISTO vino con un nombre nuevo, el nombre que pagó con su sangre en la cruz (Apocalipsis c.3 v.12), y en nombre de su PADRE, SEÑOR y DIOS.
Peregrinación después del ayuno
Partiendo de Santiago de Chile, donde ayunó por primera vez y tuvo la revelación de su verdadera identidad, INRI CRISTO continuó su peregrinación sobre la Tierra pasando por Perú, Colombia, Venezuela y todos los países de América Central, siempre hablando al pueblo en las plazas públicas, radios, televisiones y universidades en búsqueda del reencuentro con sus hijos, sin embargo se presentaba tan solamente como enviado de DIOS. Mismo aun no diciendo abiertamente ser el mismo Cristo de dos mil años atrás, algunos hijos lo reconocieron.
Cuando llegó a México ya en 1980, para cumplirse lo que el SEÑOR le hube dicho en el ayuno, el Periódico Ovaciones publicó en la primera página: “INRI, el Cristo, Hijo de DIOS, habla al pueblo y cura a los enfermos en el Quiosco de la Alameda”. De este día en delante, INRI CRISTO pasó a decir públicamente ser el Hijo de DIOS que volvió a la Tierra, el mismo Cristo que crucificaron. Pasó a sentir vehementemente el cumplimiento de lo que su PADRE le hube dicho durante el ayuno sobre la reprobación. Fue odiado y rechazado por muchos, amado y reconocido por pocos.
Registro de INRI CRISTO en México, Periódico El Sol de México – 1980
De México partió en dirección a Estados Unidos. Proscrito, del aeropuerto de Miami siguió para España. En Madrid, cuando hablaba al pueblo frente al Edificio de la Corte Inglesa, debido al tumulto que hubo causado, la policía lo detuvo y lo condujo, junto a la multitud, a la sede de la Guardia Nacional. El general, en consecuencia de la conmoción, se desplazó de su gabinete en dirección a la puerta y, al contemplar su rostro y oír su voz, dijo: “En España, Cristo puede hablar dónde quiere”. Posteriormente partió para Portugal, donde habló al pueblo en la plaza del Rossio, en Lisboa, y vivenció algunas particularidades de los lusitanos.
Cuando llegó la Dover, en Inglaterra, lo expulsaron para el país de los apátridas. Francia lo acogió por nueve meses y fue el único país a proclamar en los medios de comunicación: “Lee Christ est revenu sur la Terre” (Cristo volvió a la Tierra). De entre todos los países de Europa que visitó, Francia fue el más especial y significativo. A principio, INRI CRISTO no sabía hablar francés. Cuando andaba por las calles y no sabía se habría lo que comer o donde dormir, pues andaba únicamente con su inseparable túnica, su manto y sus sandalias, desnudado de bienes terrenales, su PADRE le mostraba los mendigos y le decía: “Estás viendo, a causa de tu condición representativa, porque tú eres mi Hijo, tú no puedes pedir una limosna, porque Yo no soy mendigo. Tú no puedes pedir nada a nadie hasta que tus hijos legítimos vengan a ti”. Y así, INRI CRISTO ayunaba cuando no tenía lo que comer y dormía hasta en los cementerios y en la floresta de Rambouillet cuando no tenía donde dormir.
Irónicamente, fue justo en esos momentos dramáticos y extremadamente difíciles de su caminada sobre la Tierra que INRI sintió la presencia vehemente y viva de su PADRE, SEÑOR y DIOS (lea Una Noche en París en el libro DESPERTADOR 1ª parte, editado por el MEPIC). Después de ayunar, las primeras palabras que INRI CRISTO pronunció en francés fueron: “Avec mes mains, mon PÉRE guerid lês malades” (Por mis manos mi PADRE cura los enfermos). A partir de entonces, a través de sus manos, ocurrieron incontables y notorios milagros, que él nunca atribuye a sí mismo y sí únicamente a su PADRE. Francia fue el país donde más se produjeron las señales de DIOS, hecho registrado por la prensa local y reportada por el MÉPIC en el libro DESPERTADOR Explosivo vol.1.
Mismo siendo bien acogido por el pueblo francés, INRI CRISTO tenía orden de volver a Brasil a fin de fundar la SOUST, Nueva Orden Mística. Fue declarado apátrida en Francia y en esa condición volvió a Brazil. Llegó Salvador – BA en 21/03/1981 y hasta la fecha de la revolución recorrió solo todas las capitales y principales ciudades brasileñas. El SEÑOR le dijo que, mientras no fundara la Nueva Orden Mística, no podía tener discípulos a acompañarle.
Quién divulgar este mensaje será agraciado con bendiciones del cielo.