El internauta William Magalhães hizo la siguiente pregunta a INRI CRISTO:

Sr. INRI CRISTO, estoy leyendo la sesión “Sin censura” de su website y me impresionó positivamente la profundidad y claridad de sus respuestas. Aunque aún no tenga leído todas las preguntas y respuestas un de los temas me llamó mucho la atención. En una de las preguntas cuestionado sobre el aborto, el Sr. Explica que la vida propiamente dicha (unión de la materia con el espíritu) solo se da cuando el recién nacido aspira el aire por la primera vez. Esta respuesta me dejó en duda, pues siempre he creído que la unión del espíritu reencarnante con la materia se da en el momento de la fecundación, cuando comienza a existir un ser diferente de la madre y del padre, con un nuevo DNA. He quedado también pensativo pues, al prevalecer el entendimiento del Sr., entonces el aborto, aún que, al final del embarazo, no sería tan culpable como imaginamos, pues apenas tendríamos la expulsión de la materia orgánica “viva”, pero sin vida, ya que aún sin espíritu. No obstante, Sr. INRI CRISTO, la ciencia nos demuestra que el feto humano es pasible de emociones como alegría, miedo y hasta mismo “estrés”. Experiencias demuestran que, con algunos meses de gestación, después de formado el aparato auditivo, el feto es capaz de reconocer la voz de la madre, que le funciona como regalo.

Por su parte, en sesiones de regresión es posible hacer las personas recordar de hechos que ocurrieron mientras aún estaban en el vientre de las madres. Como justificar su respuesta (de que la vida solo surge cuando el recién nacido aspira el aire por la primera vez) cuando deparados con estos dados, todos conseguidos con base en investigaciones científicas. Una masa orgánica, si no tiene un espíritu, es incapaz de emociones y, menos aún, de poseer recordaciones y reconocer la voz de su madre…

Espero una respuesta del Sr.

DIOS nos bendiga a todos,

William

En respuesta al cuestionamiento del internauta William Magalhães, este es el pronunciamiento de INRI CRISTO:

Así habló INRI CRISTO:

“Es preciso señalar que feto solo puede ser considerado un niño cuando es pasible de ser creado independiente del cuerpo de la gestante, o sea, cuando sobrevive desvinculado del cordón umbilical. Mientras el feto depende del cuerpo de la gestante, él existe como más un miembro del cuerpo de la mujer, es meramente un conjunto de células en multiplicación. Desde el momento en que el feto tiene condiciones de ser creado independiente del cuerpo de la gestante, solo entonces es posible atribuirle el status de niño, y en este caso, se convierte ilícito recurrir al aborto. Es preferible abortar que tirar en botes de basura, en riachuelos, abandonarlas en las calles, como se ha publicado sistemáticamente en los medios de comunicación; más uno de las señales del final de los tiempos.

Está comprobado científicamente que el feto ya tiene todos sus órganos formados desde el segundo mes (incluyendo las impresiones digitales), su cerebro ya produce ondas desde las 6 semanas (un mes y medio), su corazón funciona desde los 21 días (menos de un mes después de la concepción). Pero ocurre que la vida del feto es solamente la vida física, la vida que la gestante le da, no es vida emanada del espíritu, del soplo divino; si la madre siente emociones de miedo, alegría, estrés, y liberta hormonas en la corriente sanguínea, ella automáticamente transmite esas emociones al feto una vez que él está directamente vinculado al cuerpo de ella, pero no es el espíritu del feto que origina las sensaciones, puesto que el espíritu aún no habita la corriente sanguínea (teniendo en cuenta que la sangre es la morada del espíritu y es en la sangre que el espíritu permanece acoplado durante la vida terrenal).

A partir del momento en que el feto tiene niervos, y los niervos reciben estímulos, es natural, completamente normal que él responda a eses estímulos y hasta registre las impresiones exteriores en la región del cerebro concerniente a la memoria (así es posible comprender por qué los que se someten al proceso de la regresión ingresan en los recuerdos del periodo intrauterino). Reitero una vez más que el espíritu solo es acoplado al cuerpo físico cuando el naciente aspira el primero aliento de aire vivificante; después de aguardar durante toda la gestación el momento de reencarnar, el espíritu se ocupa del cuerpo en el preciso momento en que el niño llena de aire los pulmones. Y, aun así, el espíritu solo adquiere la individualidad cuando es cortado el cordón umbilical. Eso es lo que el SEÑOR, mi PADRE, me mostró y no se aprende en las facultades de los hombres.

En el afán de ilustrar lo que os acabo de afirmar, visito las catacumbas de los siglos y concedo un homenaje póstumo al René Descartes, un científico inspirado por DIOS que se ha dedicado al estudio de las ciencias independiente de las facultades. Cuando desecaba cadáveres en sus estudios, en el siglo XVII él llegó a la conclusión de que la vida depende de la gestante; El feto no tiene vida propia una vez que sus pulmones no funcionan, no aspiran el aire vital. Él escribió en su Discurso del Método:

“(…) Se comprueba esto en los animales sin pulmones, que tienen apenas una concavidad en el corazón, en los niños, que, no los pueden usar mientras están dentro del vientre materno, tienen una abertura por dónde escurre sangre de la vena cava para la concavidad izquierda del corazón, y en un conducto por dónde la sangre viene de la vena arterial para la grande arteria, sin pasar por los pulmones (…).”

Mientras el espíritu no se aposó del cuerpo, el feto no tiene estatus de niño. Aproximadamente a partir de los cinco meses de gestación, en fin, a partir del momento en que él consiga sobrevivir fuera del vientre de la gestante, sea en la incubadora, no importa porque medio, él adquiere entonces el estatus de niño. Ahí cabe a los científicos determinar, calcular a partir de qué momento el feto estará apto a sobrevivir fuera del vientre de la gestante. Mejor no tener que abortar, pero en la necesidad de recurrir al aborto, entonces que se haga ya en las primeras semanas, de preferencia hasta el tercero mes de gestación.

El espíritu que aguarda el momento de acoplarse es apenas un candidato a reencarnar, pero él aún no está conectado al cuerpo en el vientre de la mujer. Ocurre que, si una mujer consigue abortar, aquel espíritu tendrá que esperar una prójima oportunidad, y como mi PADRE es el SEÑOR de la vida y el SEÑOR del destino, si la mujer consigue abortar, significa que aquel cuerpo no estaba destinado para aquel espíritu; se estuviese, la mujer no conseguiría abortar, habría un impedimento. Conocí el caso de una mujer que salió de la mesa del ginecólogo en la ultima hora y no abortó.

Conforme yo ya he dicho y repito, no soy a favor del aborto, pero, como veo la realidad cruda y nuda, soy racionalmente a favor de la vida, sin embargo, vida con dignidad. Ya que la relación sexual es un hábito instituido y la explosión demográfica salta a la vista, entonces es necesario, imperativo que se recurra al control de la natalidad, primeramente, por el incentivo de los métodos contraceptivos (de preferencia los menos agresivos a la salud) y, en última instancia, al aborto como paliativo en las situaciones socialmente extremas (entre los males, que prevalezca el menor).

Antes recurrir al aborto de lo que despejar (eso mismo, mis hijos, despejar) en un mundo millares de niños que difícilmente se escaparán de la miseria, del hambre y del descuido, teniendo que pedir limosna en las calles, eso cuando no se tornan menores delincuentes, los futuros “bandidos” discriminados por la sociedad, pero que la propia sociedad hipócrita y falsamente moralista ayudó a formar. Ya que todos están a merced de las tentaciones, de los pecados de la carne, de la parte de mi PADRE yo os revelo que el aborto es un pecado menor (que la mujer ya purga al someterse a la consternación, a la tortura en la ocasión del legrado efectuada por el ginecólogo) comparado al gravísimo pecado de poner en el mundo más un ser indefenso, impotente, sin las debidas condiciones de educarlo y hacerlo crecer con dignidad.

Es necesario que la humanidad sepa de eso para acabar de vez con ese abominable chantaje, esas amenazas, esa maldición impuesta sobre las indefensas mujeres por los seudo religiosos que vilipendian, desprecian, atropellan por motivos sórdidos lo que he dicho hace dos mil años: “Se algún miembro de tu cuerpo fuere motivo para escándalo, arráncalo fuera y arrójalo para lejos de ti.” (Mateo c.5 v.29). No existe nada más escandaloso de lo que una mujer cargar en el vientre el feto producido por el violador y, después de colocar más un ser indeseado en el mundo, tener que odiarlo culparlo por el resto de la vida. Dejemos la hipocresía de lado y seamos realistas. La humanidad tiene que, se despertar de este sopor, de este sueño letárgico; crean o no, yo estoy acá, volví a la Tierra con la misión de aclarar la ley de DIOS para que mis hijos sean verdaderamente libres en sus consciencias.

Conviene recordar una vez más: todo aquello que hace mal a ti y a los otro es pecado; todo aquello que no hace mal a ti ni a los otros no es pecado. La coherencia, la lógica y la verdad son indisociables de la ley divina. Los sensatos meditan y se conscientizan.»

Quien divulgar este mensaje será bendecido con las bendiciones del cielo.

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